Gracias Isabel. Creo que la Naturaleza provee. Ella tiene su propio lenguaje y códigos. El dramatismo y la energía siento me son ajenos, por eso busco imágenes que sean mi reflejo. Me alegra estés en sintonía con estos cuadros simples que no tienen más pretensión que destacar bellos detalles. Disfruto lo grande y majestuoso, sí, pero me emociono profundamente con los detalles. Saludos!

Gracias Alexis. El otoño favorito de los fotógrafos de naturaleza. Los colores en la Araucanía un festín para los sentidos. Saludos!

Adriana. Tus árboles favoritos también lo son de muchos. Lo bello de compartir es que mostramos distintos puntos de vista, formando el conjunto una visión trascendental del bosque. Por cierto, tu descripción rescata la esencia del cuadro, y a la vez, me honran. El mejor saludo!

Hola. Gracias por el comentario. ¿Sin los troncos desnudos la imagen habría funcionado?. Creo que el color es interesante, pero la energía en la composición está justamente en aquellas ramas desprovistas de otoño. Cuando simplificas el cuadro es fácil hacer evidente el centro de atención. Poner elementos a competir aporta dramatismo, pero si la energía visual no está en balance generan distracción en vez de atención. Saludos!

Gracias Guillermo. Reconozco adoro este tipo de composiciones, aunque difíciles son de encontrar. Con los años he aprendido el esfuerzo no es tan efectivo como relajarse y seguir la intuición. La Neurociencia dice se puede entrenar la intuición. ¡Qué tema tan interesante!. Honrado con tus palabras que engalanan siempre los cuadros. Saludos!

Gracias Andrés. Parte del truco es el teleobjetivo. Al comprimir las distancias va creando una capa vertical donde se mezclan los detalles y tejiendo así interesantes texturas. Los tonos cuando la luz es suave y difusa, como en este caso antes de la lluvia, adquieren una delicadeza exquisita. No hay color explosivo, sino mesurada y elegante armonía. Saludos!

Hola Bastián. Muchas gracias por tu comentario. Tocas un temazo, la saturación del color. En foto anterior de bosque me dejaron la crítica de la falta de diálogo entre la calidez del color y la dureza de la presentación. Por eso aquí adopté la consigna de la suavidad. Siempre aprendo de las críticas. El color suave y el tratamiento de la nitidez suave también. ¿Con más saturación el color habría competido en atención con las ramas desnudas en el tercio inferior?. Pregunta que queda abierta y hace tan interesante la discusión del color. El mejor saludo!